25 de mayo de 2011

La Higiene del Sueño

   Antes de adentrarme en el mundo de la educación infantil no conocía dicho término: Higiene del Sueño. Por ello, creo que una de las posibles formas de introducirnos en ella, es a través de su definición:
La Higiene del Sueño es una serie de hábitos que nos facilitan el inicio y/o el mantenimiento del sueño.  
Como se puede deducir al hablar de hábitos, la higiene del sueño es educable.



Por su parte, el sueño es un periodo de descanso para el cuerpo y la mente durante el cual, la voluntad y la conciencia están inhibidas de forma parcial o total y las funciones corporales parcialmente en suspenso. Durante el sueño, atravesamos una serie de etapas o fases, concretamente cinco, en las que éste se divide:
  • Fase I: Se podría decir que el momento pre-sueño y, probablemente no se puede considerar sueño como tal, ya que no es nada reparador. En él aún percibimos la gran mayoría de los estímulos de nuestro alrededor. Aparecen movimientos oculares lentos.
  • Fase II NREM: Se produce la desconexión con el entorno y el tono muscular es menor que en la fase anterior, pero aún no es suficiente para descansar completamente.
  • Fase III NREM: Existe una mayor profundidad de sueño. De hecho, es la fase esencial para que la persona descanse subjetiva y objetivamente. El tono muscular es aún más reducido y tampoco existen movimientos oculares. En el caso de despertar en esta fase, nos encontraríamos desorientados y confusos.
  • Faso IV NREM: Esta es la fase de mayor bloqueo sensorial -sueño más profundo-, donde la actividad cerebral es más lenta. No es la fase de los sueños, aunque pudiesen aparecer, pero sí es el periodo donde se manifiestan algunas alteraciones, como pueden ser el sonambulismo o los terrores nocturnos. El tono muscular está muy reducido, pero no es nulo.
  • Fase V REM: Es el momento en el que se producen los sueños en forma de narración, ya que el tono muscular es nulo y nuestro cuerpo no es capaz de darles forma/representación -¡menos mal!-. En esta fase la actividad cerebral es rápida: organización de aprendizajes; memoria; recuerdos; orientación, etc. Se puede decir que es la etapa en que el cerebro "vuelve a la realidad"


En la Higiene del Sueño es necesario tener en cuenta el ritmo biológico del pequeño. Los recién nacidos tienen un ritmo biológico ultradiano que dura entre 3 y 4 horas, en las que se despiertan, se les lava, se les da de comer y se vuelven a dormir. Sin embargo, aproximadamente a los 6-7 meses el ritmo biológico es circadiano, como el de los adultos. Este ritmo es, considerablemente más largo, y las repeticiones sistemáticas de actividades cambian cada 24 horas. De este modo, al llegar la noche, deberían de dormir entre 10 y 12 horas, además de las posibles siestas. El 70% de los niños cambian de ciclo sin dificultad, de manera natural, pero existe un 30% de población infantil que necesita pequeños estímulos que le faciliten el cambio. Dichos estímulos, forman parte de los hábitos que se deben fomentarse para conformar la Higiene del Sueño. Algunas ideas que pueden ayudar para llevar a cabo una Higiene del Sueño lo más llevadera posible son: (Recordemos que son sólo ideas, que estamos generalizando cuando cada pequeño es un ser único y singular y, sobre todo, que nadie mejor que unos papás pueden conocer a su pequeño. ¡Hablamos de 6-7 meses en adelante, cuando el ritmo biológico se modifica)
  • Reforzar el contraste entre luz -día- y oscuridad -noche-.
  • Reforzar el contraste entre ruido -día- y silencio -noche-.
  • Ayudarse de la rutina alimenticia para anunciar la hora de dormir.
  • Creación de un ritual, es decir, que el pequeño asocie una serie de elementos externos con la llegada de la hora de dormir, como pueden ser su cama o cuna, su chupete, su pijama, un muñeco, la luz ténue, el silencio, la teta de mamá o el bibe que nos ha preparado, etc.
  • Es necesario hablar al pequeño, explicarle lo que va a ocurrir en todo momento y mantener una actitud positiva, ya que es fundamental trasmitir seguridad.
  • Este ritual debe ser un momento agradable que compartan papá, mamá y el pequeño. Y que dure, aproximadamente, entre 5 y 10 min.
  • Es conveniente, que cuando se salga de la habitación, -si esta es la opción elegida, por supuesto- el niño esté aún despierto y que entienda lo que ocurre, ya que si se ha dormido en brazos -¡inevitable que muchas veces ocurra! por otra parte- cuando se despierte a media noche, reclamará aquello con lo que se durmió.
Que tengais dulces sueños




19 de mayo de 2011

El primer color de muchos...

Hoy es el día, ¡Por fin he decidido lanzarme a esta aventura virtual!
Como primera entrada del blog, me gustaría escribir algunos de los principios que extrajimos de un trabajo grupal que realizamos mi compañera y amiga, I. y yo al inicio de nuestra entusiasta formación, acerca de la gran María Montessori, (1870-1952), sobre aquello En lo que hay que creer para educar:

  • Creemos que cada niño es un individuo singular. Como tal, debemos darnos cuenta de sus diferencias, apreciarlas y respetarlas.

  • Creemos que uno de nuestros deberes fundamentales es preparar y proteger un ambiente que brindará amor y seguridad a cada niño, así como que le proporcione los medios y oportunidades necesarios para aprender mediante la exploración y el descubrimiento.

  • Creemos que los primeros tiempos del niño hasta los seis años son los más importantes para el desarrollo de su carácter, personalidad y aptitudes para el aprendizaje.

  • Creemos que es necesario escuchar a los niños y modificar nuestros planes si es lo indicado para satisfacer sus necesidades.

María Montessori